OPORTUNIDAD LABORAL PARA JOVENES Y ADULTOS EN LIMA ESTE

La Oficina Laboral ha logrado que más de 80 jóvenes hoy se encuentren trabajando.

Por: Srta. Lourdes Vinces

Trabajar en AVSI es una experiencia que se va enriqueciendo día tras día. De manera inacabable se ven pasar rostros de personas que necesitan un trabajo, cruzan nuestra oficina con los dientes apretados, presionados por su situación, buscando algo que logre mantenerlos económicamente; dejan sus referencias, y se van silenciosos, agachados, como vinieron. Esos son un tipo de persona que se acerca a nuestras oficinas.

El otro tipo de persona es aquel que, a pesar que tampoco cuenta con un empleo, si tiene fe en él y en su futuro, si cree que podrá conseguir un empleo que tome en cuenta sus capacidades y destrezas: él no viene por un trabajo, viene por una oportunidad.

Y eso es lo que brindamos, oportunidades a todos; a los que ya están listos para salir a competir en el mercado laboral y a los que les falta orientación en el descubrimiento de sus talentos, de sus capacidades, o simplemente a aquellos que necesitan una palabra de aliento. Les damos una capacitación de acuerdo con sus realidades y capacidades, o simplemente una palmada en el hombro para hacerles recordar que todos somos necesarios.

Esa es la vida en la oficina, y no sería posible de no contar con empresarios comprometidos en el desarrollo de su comunidad, que, a manera de responsabilidad social, brinda una oportunidad a los vecinos y lugareños, y apuestan también por la elevar la calidad de vida de la zona en donde se ubican sus negocios.

Es así que somos sólo un pequeño punto de contacto entre dos hombres de fe: uno, aquel que apuesta por los jóvenes de su comunidad, y el otro, aquél que desea tan sólo una oportunidad para mostrarse capaz de aportar valor a las empresas que crean en él.

Y hemos compartido alegrías, intereses, y también tristezas con los postulantes.

Cada uno es una historia, sabes bien que detrás de cada palabra hay todo un mundo de alegrías o tristezas, de intereses olvidados o habilidades relegadas tanto por la desidia como por el desafiante mundo laboral. Hemos visto personas que tenían trabajos equivocados, o jefes equivocados. Pero nunca hemos visto una vocación equivocada. Cada joven conoce su camino, pero lo olvida. Nosotros sólo tratamos de recordarles quienes eran cuando comenzaron a soñar su futuro.

Más que una oficina de inserción laboral, éste es un lugar de hombres que creen poder construir su destino.

Y algunos lo logran y estamos muy contentos por eso. Hombres que construyen su destino. Eso es lo que esperamos que sean nuestros postulantes. El Perú necesita de esos hombres, porque sólo son felices los hombres que trabajan para parecerse a lo que siempre soñaron de ellos mismos.