Las madres participantes de los cursos de Crianza de Cuyes realizados en las zonas de Nievería, Jicamarca y Cajamarquilla culminaron exitosamente su capacitación con una visita guiada a las instalaciones de la Agropecuaria Inka Cuy.
Por: Ing. Vanessa García
Diecisiete señoras tuvieron la oportunidad de conocer la Agropecuaria Inka Cuy y visitar los galpones, zona de maternidad, zona de pastoreo, entre otros, verificando in situ como se crían los animales menores a mediana escala (más de 4,000 cuyes reproductoras). Dicha visita culminó con la preparación de un delicioso almuerzo en base a cuyes, aplicando así todo lo aprendido en sus clases de gastronomía a cargo de la Chef Guisela Aguilar Llanos, especialista en la elaboración de platos peruanos y docente del reconocido Instituto “Gastrotur” y la Universidad TELESUP.
Durante el desarrollo del curso se trabajaron tres módulos (Crianza Técnica, Nutrición y Gastronomía) que constituyeron el eje central de la capacitación.
“Cuando nace la propuesta de participar como docente y asesora técnica, no tenía claro el panorama del trabajo, porque no conocía la zona ni su realidad, ha sido necesario implicarme, tratar de comprender la realidad porque muchas veces “nos la cuentan” y me interesaba conocer el sentido que hay detrás de lo que vemos, y para ello, las visitas previas a sus casas, crear una relación con cada una de ellas ha sido una ocasión para verificarlo.”
“Los talleres han sido una circunstancia concreta para verificar que la libertad y humanidad de las personas no puede ser obviada ni censurada, sino provocada para que sean protagonistas de su propio desarrollo porque se corre el riesgo de transferir bienes y tecnologías, pero las personas no crecen, no se implican; más aún si la intención del proyecto es que estos módulos de crianza sean sostenibles en el tiempo y asegurar una fuente de proteína en el hogar mejorando la oferta nutricional.
Las constantes visitas a los hogares de nuestras alumnas asesorando sobre el cuidado y la disposición de un espacio adecuado y seguro para la crianza de cuyes, ha ayudado a que ciertos ambientes del lugar donde viven se ordenen, estén más limpios, despertando en ellas el deseo de mejorar utilizando sus propios recursos.
Puedo concluir diciendo que he comprendido que la pobreza puede ser un don y no una objeción, que mirando a estas personas como afrontan la vida y sus problemas, han introducido una luz en la mía, que la alegría y el brillo de sus ojos con los que afrontan el día a día, que el éxito del curso no provienen de sus propias fuerzas ni de las mías sino de la confianza en Otro que cumple.”
“Cuando nace la propuesta de participar como docente y asesora técnica, no tenía claro el panorama del trabajo, porque no conocía la zona, spanotes.org/biografia-de-alfred-marshall/
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